Hay amores que simplemente no se olvidan... de esos que pasan años de años pero se mantienen perennes siempre... puede ser un familiar que partió, un amigo que se alejó, un antiguo amor que dejó huella o aquél que simplemente nunca llegó a ser. Lo recordé hace poco que pasé por un río en el cual hace más de 10 años pasamos en un viaje familiar y bajamos a pescar y comer... fue el último viaje que hicimos con una prima muy querida que poco después de ese viaje falleció a la tierna edad de 14 años. No importa cuál sea, hay amores que nunca mueren. En principio porque el amor, por necesidad es imperecedero, no tiene una marca temporal que señale su final, ni se agota en un solo instante. El amor, si es verdadero, tiende al infinito. Pero también hay pequeñas cosas que nos hacen acordar de aquellos amores que pensamos perdidos en nuestras memorias o nuestros corazones. En mi caso fue pasar por ese río, pero podría ser cualquier cosa... un libro, una broma, una frase, un
Este es un espacio para hablar del tema que ha interesado a todos en todos los tiempos y en algún punto de sus vidas: El Amor