Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2017

Un amor discreto

Hay una cosa que he oído siempre: "el amor se demuestra" y estoy muy de acuerdo con eso, pero yo le agregaría algo... el amor se demuestra, pero no necesariamente se muestra. Puede que suene extraño, ridículo o contradictorio, pero no es así. Entendiendo el amor como esa fuerza que te inspira - y te obliga - a hacer todo lo posible - y un poco de imposible - por lograr que otro sea feliz, que este bien y que sea pleno, se hace necesario que el amor se demuestre, pues requiere de actos o cuando menos decisiones. Sin embargo, estos actos no necesitan ser públicos, mucho menos publicados; quiero decir, cuando uno hace algo bueno por otro no necesita que ese otro lo sepa, ni mucho menos que un tercero lo alabe por ello. Pienso en eso especialmente es estas épocas, muchas personas, con el corazón sensibilizado por la Navidad, saldrán a las calles a procurar buenas obras, tal vez llevando comida o regalos a propios y extraños, ¡y esta bien! !Cuanta gente lo necesita

Amores sin final

Hay amores que simplemente no se olvidan... de esos que pasan años de años pero se mantienen perennes siempre... puede ser un familiar que partió, un amigo que se alejó, un antiguo amor que dejó huella o aquél que simplemente nunca llegó a ser. Lo recordé hace poco que pasé por un río en el cual hace más de 10 años pasamos en un viaje familiar y bajamos a pescar y comer... fue el último viaje que hicimos con una prima muy querida que poco después de ese viaje falleció a la tierna edad de 14 años.  No importa cuál sea, hay amores que nunca mueren.  En principio porque el amor, por necesidad es imperecedero, no tiene una marca temporal que señale su final, ni se agota en un solo instante. El amor, si es verdadero, tiende al infinito. Pero también hay pequeñas cosas que nos hacen acordar de aquellos amores que pensamos perdidos en nuestras memorias o nuestros corazones. En mi caso fue pasar por ese río, pero podría ser cualquier cosa... un libro, una broma, una frase, un

Aunque nunca me he enamorado

La semana pasada escribí algunas cosas que no entiendo del "enamoramiento" dado que nunca lo he sentido, y, como bien resaltaron algunas personas que pudieron leerlo, esas cosas no eran lo que es el amor; tampoco era mi idea reducir el enamoramiento de pareja a cosas que feas; todo lo contrario, es demostrar que esas cosas absurdas que suelen ser justificadas con un "es por amor" no lo son realmente. Ahora bien, ciertamente, y aunque me lo pidan, no puedo escribir sobre lo que es vivir el enamoramiento o un amor de pareja sin faltar a la verdad o a la transparencia que motiva este espacio. No puedo porque nunca lo he vivido de primera mano y prefiero omitir que decir algo que no sé.  Sin embargo, no hace falta haberse enamorado para entender algunas cosas, porque el enamoramiento no es un fin en sí mismo, no se auto justifica, no es el final de la carrera ni la meta; el enamoramiento no es más que un camino hacia el amor y de este último sí que tengo exper

Porque nunca me he enamorado

Durante años he hablado casi sin parar del amor, en cada conversación que puedo incluyo el tema; no he encontrado algo que me fascine tanto como el misterio del amor y la profundidad de ese misterio me sobrecoge a menudo; sin embargo, no pocas veces me han mandado a callar o ignorado mis palabras con un único argumento “¿qué sabes tú? si nunca te has enamorado”. Efectivamente, nunca en mi vida me he enamorado y, sí, tal vez a raíz de eso, no entiendo varias cosas de lo que estas personas llaman estar enamorado, aquí una lista de algunas pocas: No entiendo porqué permites que te ninguneen, porque nunca me he enamorado; No entiendo porqué pretendes ser tonta solo para hacer sentir bien a tu novio menos educado, porque nunca me he enamorado; No entiendo porqué tienes que dejar toda tu vida de lado porque él tiene un atisbo de oportunidad lejos, porque nunca me he enamorado; No entiendo porqué tu “yo” se convirtió en “nosotros”, porque nunca me he enamorado; No entiendo

Amor y perdón

El amor no solo se trata de realizar alguna acción u omisión porque si bien amar es un acto y una decisión, no siempre son visibles, tangibles o perceptibles; y es que, simplemente, a veces amar no se demuestra haciendo algo, es más, no se demuestra de modo alguno, a veces amar es perdonar. Perdón es una palabra que se se oiga poco, muchos hablan del perdón o lo piden como una palabra simple y corriente sin más valor de cualquier otra; pero perdón es una palabra que encierra un mundo entero de grandeza. El perdón no solo sana a quien lo pide, sino también a quien lo brinda, incluso puede sanar a otros cercanos de éste y aquel. Perdonar consiste no solo en olvidar un daño causado, sino en procurar volver a amar al quien en algún momento nos hirió.  Perdonar es una forma de amar, tal vez la más dura y difícil de cumplir que pueda existir, pero es, al mismo tiempo, una de las más excelsas. El simple acto de perdonar demanda de aquel que lo brinda un desprendimiento tot

Dolor, sacrificio y sufrimiento

Hace una semana escribía sobre como el amor siempre trae consigo dolor...relacionado o no, vi una frase cuestionando ello, así que me puse a pensarlo de nuevo, y sí, estoy segura de que el amor duele, pero es necesario ser más delicada con esa palabra, porque es un dolor de sacrificio, no de sufrimiento. El dolor nacido por el amor, puede tener muchas formas de expresarse, desde los más sencillos detalles hasta las más grandiosas acciones.  La gran diferencia entre el sufrimiento y el sacrificio no se limita a un punto superficial, sino que responde a algo substancial, aunque también se pueden encontrar similitudes que pueden mover a confundirlos. Ambos producen dolor en la persona que los vive, ambos pueden ser vividos en silencio o con grandes aspavientos, ambos dejan marcas en el alma, corazón o cuerpo de quien se entrega a ellos. La principal diferencia que encuentro en estos dos caminos dolorosos es la forma en la que cambian el corazón de quien los vive. Por una parte,

Saber amar

¿Quien puede gloriarse de saber amar? Definitivamente yo no puedo. Durante la historia del hombre el amor ha inspirado toda clase de cosas, acciones y pensamientos, filósofos de todos los tiempos han dado vueltas una y otra vez al rededor de ese antiquísimo concepto sin terminar de abarcarlo y entenderlo. Hay quien dice que el amor no hay que entenderlo, sino que hay que sentirlo... pero, ¿realmente basta con sentirlo? y en ese caso... ¿Cómo saber si lo que sientes es amor? ¿Cómo estar seguro que un sentimiento, que como cualquier otro muta en el tiempo y las circunstancias es aquello a lo que se llama amor? ¿Son los sentimientos son tan importantes como para responder la pregunta que ha vagado sin fin durante la existencia del ser humano? Pues sí, son importantes, esos sentimientos son parte de lo que nos hace humanos, un ser sin emociones ni sentimientos sería más parecido a una maquina o un robot que a un hombre con alma. Sin embargo, no lo son todo. Los sentim