Hay amores que simplemente no se
olvidan... de esos que pasan años de años pero se mantienen perennes siempre...
puede ser un familiar que partió, un amigo que se alejó, un antiguo amor que
dejó huella o aquél que simplemente nunca llegó a ser.
Lo recordé hace poco que pasé por un río
en el cual hace más de 10 años pasamos en un viaje familiar y bajamos a pescar
y comer... fue el último viaje que hicimos con una prima muy querida que poco
después de ese viaje falleció a la tierna edad de 14 años.
No importa cuál sea, hay amores que nunca
mueren.
En principio porque el amor, por necesidad
es imperecedero, no tiene una marca temporal que señale su final, ni se agota
en un solo instante. El amor, si es verdadero, tiende al infinito.
Pero también hay pequeñas cosas que nos
hacen acordar de aquellos amores que pensamos perdidos en nuestras memorias o
nuestros corazones. En mi caso fue pasar por ese río, pero podría ser cualquier
cosa... un libro, una broma, una frase, una foto, otra persona, una canción o
incluso un sueño.
Si un amor ha sido verdadero permanece,
eso puede ser una de las mayores y mejores formas de reconocer el amor
verdadero, no se marchita, aun con el paso del tiempo, así por ejemplo, el amor
de una madre no se apaga aun cuando el hijo se halle mucho tiempo lejos o
lejano. He oído muchas veces que tu mejor amiga es esa persona con quien no
hablas por meses pero la vez y todo está como siempre; de eso puedo dar fe. Es
una fórmula que aplica para todo tipo de amor, al menos eso creo yo. Es por eso
que en los votos matrimoniales se habla de un amor para toda la vida.
Ponerle fecha de caducidad al amor es
vano, le quita su sentido trascendental. Pero no solo significa darle una fecha
de fin, sino también darle condicionales. El amor no puede estar a la merced de
cosas circunstanciales, no se le puede delimitar a un espacio o a una forma de
actuar. Por ejemplo, no es amor real si se le pone como condicional
el estar en la misma cuidad o gustar de la misma música; no hay condición alguna
que restrinja la duración del amor.
Por lo tanto, no existe un "te amaré
mientras que..." además del "te amaré mientras viva"... ni tan
siquiera el "te amaré mientras me hagas feliz" porque amar no
significa hacerse feliz a uno mismo, sino hacer feliz a alguien más... pero eso
es parte de otro tema...
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